La Basura es un Problema de Todos y la Culpa Tambien

El Técnico en Gestión Ambiental y Comunicación social Cristian Frers de INTERBIOESTRATEGIA envió este análisis de la actitud de los ciudadanos en relación a la basura.

 

En “La basura es un problema de todos y la culpa también” sorprende un poco con este recordatorio…La recolección es una parte menor del problema de la basura…

 

Desde sus observaciones sobre la comunidad de Carmen de Areco postula soluciones orientadas a la participación individual de los ciudadanos, al esfuerzo educativo sobre ellos y al desarrollo de la responsabilidad de cada quien en cuanto a la producción de basura y su impacto en el medio ambiente.

 

En simples y breves palabras este articulo parte de la autocrítica de una sola ciudad bonaerense con intención de aplicar sus conclusiones a muchas de la Argentina.

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La basura es un problema de todos y la culpa también

En la basura podemos encontrar varios tipos de desechos, producto generalmente de nuestra forma de vida. Al mismo tiempo que disponemos de más aparatos para hacer nuestra vida más confortable, nos hemos ido aficionando a la adquisición de objetos útiles e inútiles, primorosamente empacados en envolturas extravagantes y costosas. Preferimos aquellos productos que vienen envueltos individualmente y con cubiertas poco o nada biodegradables o reciclables.

 

Parece que nos encanta comprar bebidas en envases no retornables para evitarnos la molestia de devolver el envase para que pueda ser reutilizado varias ocasiones.

 

De tal manera nos hemos ido acostumbrando a ciertas comodidades que por momentos consideramos que son indispensables para llevar a cabo las tareas de nuestra vida moderna.

 

La queja, se podría decir, es algo que convive entre nosotros y forma parte de nuestras vidas. Así, no sorprende escucharlas sobre lo fea que se ve la ciudad, lo mal que conducen los carmeños, las tareas que faltan hacer... Ahora bien, entre queja y queja, ¿no deberíamos hacer un mea culpa antes de abrir la boca? Como ejemplos, vale la pena mencionar a aquellas personas que cuestionan a los conductores de motos que transitan sin casco pero no se fijan que ellos lo hacen sin el cinturón de seguridad, aquellos que se muestran en contra de la ocupación de los espacios públicos pero se sientan muy cómodamente a disfrutar de un café en una mesa ubicada en el medio de la Avenida Bme. Mitre, o aquellos que se quejan de tener que esquivar cada dos metros la caca de los perros pero pasean a los suyos sin ningún tipo de recaudos, se puede sumar a los peatones que se quejan porque los ciclistas andan en contramano pero ellos cruzan la calle por cualquier parte.

 

El tema de la basura no es ajeno a lo que podríamos denominar como la patología social de quejarse. Es que los reclamos en torno a ésta abundan en el tejido urbano carmeño y, muchas veces, quienes los manifiestan no tienen en cuenta que pudieron haber sido los generadores del problema.

 

La basura en muchos municipios y ciudades de Argentina es un reflejo de sus habitantes y de sus autoridades. No sólo se trata del poco hábito por la higiene que mostramos en forma cotidiana, sino de los lugares que se eligen como destino final de los desperdicios.

 

En los debates preelectorales, el problema de la basura aparece concentrado en la discusión de la limpieza. Cómo lograr retirar la basura de las calles y los domicilios es un debate que pasa del problema del prestador (concesión privada o servicios propios) al problema de la medición: si el pago de ese trabajo debe realizarse según la tonelada de basura, como sucede actualmente, o si debe hacerse mediante el reconocimiento de un canon por zona limpia. Pero la realidad es que la recolección es la parte menor del problema de la basura. Su fase crítica se encuentra antes y después de la recolección: en la producción y en la disposición de la basura.

La política en cuanto a residuos urbanos no ha cambiado demasiado desde tiempos inmemoriales. Puede resumirse en un único concepto: llevarlos a otro lado.

 

Para comenzar a cambiar estos hábitos es necesario tomar las siguientes acciones:

 

 

 

1) Como primer paso se deben realizar actividades de reflexión y concientización sobre el problema, con los niños y adolescentes de la comunidad.

 

2) Luego se debe convocar a todos los líderes comunales del distrito, para un taller de dos días para discutir la problemática que tiene la comunidad por la contaminación por basura, y la búsqueda de soluciones.

 

 

 

Aunque las autoridades ambientales regulan la disposición técnica para el tratamiento de los desechos municipales, pocos son los municipios que pueden sufragar los costos de un relleno sanitario que cumpla con todas las normas de seguridad.

 

Una de las soluciones sería unificar el tratamiento y disposición final de la basura entre ciudades de un mismo municipio o región. Basadas en la construcción de un galpón, de un cerco perimetral y de la adquisición de maquinarias tales como una trituradora, una prensa para plásticos y una ensiladora, entre otras inversiones. De esta manera, a partir de la separación que se debe realizar desde los hogares, se podrá mejorar el tratamiento de los residuos inorgánicos y pasar a la fase de producción de compost con el material orgánico. Es necesario que el personal, en este centro cuente al menos con guantes, tapabocas, lentes y botas para prevenir cualquier problema de salud para sus trabajadores.

 

La cultura del derroche debería ser poco a poco sustituida por una conciencia del mundo más amplia que abarque también a nuestros deshechos. Para empezar, nuestro personal kilo diario de basura tendría que ir reduciéndose progresivamente a la mínima expresión mediante el consumo racional.

 

 

 

Cristian Frers – Tecnico Superior en Gestion Ambiental y Tecnico Superior en Comunicación Social – E-mail: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

 

 

 

 

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