Dia de la Tierra
Este 22 de abril se cumplen cuarenta años del primer día de la tierra. El valor de este simbolismo trasciende la idea de aniversario porque en estas cuatro décadas la humanidad ha variado su conciencia sobre lo que representa el planeta para su supervivencia y la de infinidad de otras especies biológicas únicas y perfectas.
ONG INTERBIOESTRTEGIA I.B.E intenta recordar en este día tanto el origen de la celebración como su afortunada impronta en la cultura global.
22 DE ABRIL UN DIA PARA LA TIERRA
Al pensar en nuestro planeta, la primera imagen que nos viene a la mente es la de la fotografía tomada en 1968 por astronautas del programa Apolo en su regreso a la tierra.
La difusión de esa imagen real del planeta azul en medio del espacio cambió para siempre la percepción de la humanidad sobre su hogar en el universo.
Pero en aquella época las actividades humanas ya llevaban décadas de enemistad con el medio ambiente y el senador por Wisconsin (USA) Gaylord Nelson intuyó que podría ser útil una protesta popular para cambiar las políticas de estado y la conducta pública en relación a la conservación.
Con esa idea desde agosto de 1969 promovió el día de la tierra entre gobernadores, intendentes de grandes ciudades, editoriales universitarias y la “Revista Académica” de gran circulación en establecimientos educacionales primarios y secundarios.
Casual o no, la difusión dirigida hacia personas jóvenes y en formación sentó una de las bases más relevantes de la conservación ambiental ya que si bien el éxito de ese primer día de la tierra fue masivo luego ese aniversario simbólico decayó en importancia.
Pero veinte años después en 1990 Denis Hayes, asistente contratado por el senador Gaylor Nelson para organizar el primer día de la tierra encabezó el primer día de la tierra internacional en el que participaron 200 millones de personas en todo el mundo, esto era diez veces mayor que en 1970.
La explicación al fenómeno puede encontrarse en diferentes fuentes. Los años transcurridos entre 1970 y 1990 no habían sido perdidos en absoluto, se promulgaron nuevas leyes y crearon agencias gubernamentales, las instituciones ambientalistas se multiplicaron en número, tamaño y participación y las que no lo eran redirigieron sus actividades con conceptos ecológicos.
Pero lo más notable fue la contribución individual de innúmeros ciudadanos en actividades cotidianas como el reciclado, donaciones a proyectos conservacionistas y la valorización de prácticas comerciales más eficientes.
Veinte años implican una generación en tiempos humanos, el primer día de la tierra fue intuitivamente sembrado en la siguiente al difundirlo entre gente muy joven y estableció que los cambios que tiendan a corregir el impacto ambiental de nuestras actividades debe hacerse a largo plazo en un esfuerzo continuo de todas las personas.
El año 1968 en el que vimos por primera vez el aspecto frágil y desamparado del tercer planeta del sistema solar parece lejano en los recuerdos, pero ha dejado certezas sobre lo mucho que debemos cambiar nosotros para que la tierra no lo haga.
Como en el primer día de la tierra hace ya cuarenta años el concepto permanece vigente: comprometernos a proteger la salud del pequeño astro azul y sembrar en nuestros hijos ese ideal de gratitud a nuestro hogar.
ONG INTERBIOESTRATEGIA I.B.E.