La localidad de Carmen de Areco es una comunidad bajo administración bonaerense y como tal sus políticas locales son aplicaciones de las provinciales.
Cristian Frers como comunicador social y Técnico Superior en gestión ambiental arriba a la conclusión de que la creación de una Secretaría de Desarrollo Sostenible carmeña que ejerza la autoridad de aplicación de las normas y leyes ambientales vigentes en la provincia es una solución a muchas grietas burocráticas.
Quizás su mayor valor como organismo sea la capacidad para diagnosticar y definir los objetivos, prioridades y necesidades reales de la sociedad en cuanto a la gestión ambiental y el desarrollo sustentable.
Esta eficiencia es en suma uno de los parámetros de todo tipo de política, que no es otra cosa que diagnósticos y previsiones organizadas para lograr objetivos específicos en bien de una población.
Es racional que estas políticas sean adoptadas y adaptadas por cada estado ya que se asume que solo un ente gubernamental puede proyectarlas en el tiempo para hallar resultados satisfactorios.
Con las políticas ambientales esto es aún más notable porque implica una multiplicidad de factores que oscilan entre las variables científicas, sociológicas y económicas. La posibilidad de conocerlas y manejarlas implica una inversión considerable, permanente y difícil de afrontar por entes privados.
Un aspecto en lo que Cristian Frers redunda es la idoneidad de organismos gubernamentales locales capacitados técnicamente porque cada microregión es una dinámica y complejísima red de ecosistemas naturales, infraestructuras, economías, y realidades humanas que mal pueden ser conocidas por una única y omnipresente súper institución gubernamental.
La impresión final sobre esta nota es que solo los gobiernos pueden emprender perdurables estrategias de desarrollo sustentable pero que siempre será necesario el auxilio de instituciones locales capaces de aplicar en forma real el artesanal trabajo de conservación ambiental y desarrollo humano amigable con los ecosistemas.
